A diferencia de ayer, hoy hemos
tenido que madrugar, para las 6.30 ya
estábamos funcionando. En parte porque tenemos hora y media de viaje hasta
Oswiecim, o lo que es lo mismo 70 km, y en parte porque nos hemos equivocado de
hora. Pensábamos que teníamos la visita concertada para las 10 de la mañana y
la teníamos a las 12.15...un pequeño despiste. Bueno, como no hay mal que por
bien no venga, así tenemos más tiempo para liarnos unos sándwich de queso, que
serán nuestra comida hoy.
De camino a la estación de
autobuses hemos parado a desayunar. Ha sido un poco difícil pedir un par de
cafés americanos, un donuts y un súper bollo, hipocalórico. Hemos debido entrar
en la única cafetería de todo Cracovia donde no hablan inglés. Gracias a que
una clienta nos ha echado una mano con la traducción, de lo contrario
terminamos desayunando una coca cola, que desastre de inicio de día.
Al terminar nuestro desayuno,
hemos ido directos a las taquillas de la estación de autobuses, ayer estuvimos
mirando en internet y no quedaban muchos billetes. Encontrar la estación de autobuses
no es difícil, está justamente después de la estación de tren Kraków Główny, pero como vas por un
paso subterráneo, es conveniente fijarse bien en las señales.
Abeit macht frei |
En nuestro caso, el bus salió del andén G2, aunque en ocasiones salen desde el G1. Un consejo. Hay que estar listos con la cola, porque se venden más billetes que asientos tiene el autobús, y nosotros vimos como tres españoles se quedaban en la estación con los billetes comprados.
Auschwitz I |
Auschwitz I |
Una vez dejadas las mochilas,
vais directamente al inicio de la cola, y al responsable que esté allí le
enseñáis la entrada y hala, para adentro. Así sin más, la gente os mirará raro,
sobre todo si llevan tiempo esperando, pero es cómo funcionan. Una vez adentro,
por 5PLN (1euro) debes alquilar unos auriculares.
Una vez dentro, lo primero que hemos hecho es ir a la sala de cine para ver un documental sobre cómo era la vida es el campo. Son fotos y vídeos de unos 15 minutos realizados por los propios soldados alemanes, es un poco duro pero ayuda a situarse.
Para no perder mucho tiempo, y mientras esperamos la hora de nuestra visita, aprovechamos para comernos los sándwich de queso que compramos ayer en un supermercado en el old town.
Construido en 1940 para albergar a los prisioneros políticos polacos que ya no cabían en las cárceles, Auschwitz I fue el campo de concentración original y el centro administrativo del complejo que se construyó posteriormente.
Los primeros en llegar al campo fueron los prisioneros políticos del ejército polaco, pero no tardaron en seguirles miembros de la resistencia, intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.
Nada más atravesar la puerta de entrada a Auschwitz I, los recién llegados se encontraban con la enorme inscripción "Arbeit macht frei" el trabajo hace libre, algo que hacía pensar a los prisioneros que en algún momento iban a lograr salir del campo.Además de los barracones en los que se hacinaban los prisioneros, el campo estaba dividido en diferentes bloques entre los que destacaba el número 11, conocido como "el bloque de la muerte". Era el lugar en el que se aplicaban los castigos, consistentes en encierros en celdas minúsculas de 20x20 en las que se dejaba a los prisioneros morir de hambre, o bien eran ejecutados o colgados.
A lo largo de los diferentes bloques del campo se pueden ver exposiciones en las que se muestran las condiciones en las que malvivían los prisioneros en los barracones, además de una pequeña parte de la inmensa colección de los objetos que fueron robados a los prisioneros antes de asesinarlos. Botas, maletas, gafas, ollas…incluso pelo, que era vendido para la fabricación de telas que en ocasiones los nazis llevaban en sus abrigos.
En los pasillosde los barracones verás interminables filas de fotos de prisioneros que que estuvieron en Auschwitz. Y también podrás ver la pared utilizada para los fusilamientos, conocida como el Muro de la Muerte, las salas donde se gaseaban a los prisioneros. Aunque no se trata de una excursión divertida, resulta una visita realmente impresionante, e imprescindible para conocer una de las partes más trágicas e importantes de la historia del siglo XX.
La visita a la primera parte del complejo Auschwitz I duro aproximadamente 2 horas. Posteriormente visitamos las instalaciones de Auschwitz II Birkenau. El emplazamiento del campo Auschwitz II – Birkenau se encuentra a solo tres kilómetros de Auschwitz. Para desplazarnos entre un campo y el otro, utilizamos el autobús de línea y gratuito, que une ambos campos, la parada de este autobús está en el mismo sitio donde nos ha dejado el autobús que nos ha traído desde Cracovia.
Este complejo fué construido en 1941 para ampliar la capacidad del original campo de
Auschwitz, que no permitía concentrar más de 20.000 prisioneros. En Birkenau,
en el año 1944, llegaron a concentrarse 90.000 prisioneros.
Contrariamente al campo de Auschwitz, que se encuentra en una zona boscosa y todos los edificios mantienen su estructura original, cuando llegamos a Auschwitz II Birkenau nos encontramos ante un gran descampado, que originalmente era un terreno pantanoso.
Este campo es mucho menos visitado que el de Auschwitz I, sede del museo, el cual cuando lo visitamos nosotros, estaba completamente lleno de turistas.
En Birkenau había muy pocos visitantes, no sabemos sí por que resulta menos interesante, es menos famoso, o por la borrasca de nieve que nos calló durante la visita. Ver en esas condiciones el campo no resulta muy cómodo, pero desde luego resulta mucho más impactante. Creo que será una excursión que recordaremos eternamente, y que aunque sea más incómodo por la nieve, creo que ha sido más interesante hacerla así que con sol y buen tiempo. Eso sí, la cámara de fotos no pensará lo mismo.
El campo de Auschwitz II Birkenau ocupa una
enorme extensión de casi 200 hectáreas. Aparte del edificio de la entrada,
originalmente había más de 300 barracones de madera, de los cuales quedan
muy pocos en pié. Cuando los nazis abandonaron el campo de exterminio los
incendiaron, por lo que nos encontramos con unas impresionantes filas de
chimeneas de ladrillo, las cuales se han mantenido en pié en los lugares
originales de los barracones, las enormes letrinas y los restos de los hornos
crematorios y las cámaras de gas que los nazis trataron de destruir antes de su
precipitada huida.
Tras pasar una hora en Birkenau, volvemos al centro de visitantes, para coger el autobús que nos llevará de vuelta a Cracovia. Confiemos en que no tarde mucho, porque con la nevada que está cayendo y el frío que hace, nos cogemos una pulmonía.
El bus de vuelta a Cracovia, se coge en la misma parada que el que te lleva a Birkenau, justamente delante de la caseta del bar. Los billetes de vuelta los hemos compramos al propio chofer. Viendo la cantidad de gente que hay por el campo pensábamos que tendríamos que hacer más cola, pero el bus a llegado justo a la vez que nosotros de Birkenau. Así que nos pegamos una carrera en busca de nuestras mochilas que las tenemos en consigna, y vuelta a Cracovia. En el bus, aprovechamos para comemos el otro sándwich de queso que hemos preparado esta mañana y que habíamos dejado en la mochila. La de hoy no ha sido una gran comida, pero nos ha quitado el hambre y nos ha salido más barata.
Ha sido un gran broche para un día de sentimientos encontrados, entre la tristeza y pena del campo de concentración con el horror de lo sucedido, enfrentándose a la alegría de una grandes vacaciones y del placer de una buena cena. Pero, así es la historia.
Una vez dentro, lo primero que hemos hecho es ir a la sala de cine para ver un documental sobre cómo era la vida es el campo. Son fotos y vídeos de unos 15 minutos realizados por los propios soldados alemanes, es un poco duro pero ayuda a situarse.
Auschwitz I |
Para no perder mucho tiempo, y mientras esperamos la hora de nuestra visita, aprovechamos para comernos los sándwich de queso que compramos ayer en un supermercado en el old town.
Construido en 1940 para albergar a los prisioneros políticos polacos que ya no cabían en las cárceles, Auschwitz I fue el campo de concentración original y el centro administrativo del complejo que se construyó posteriormente.
Los primeros en llegar al campo fueron los prisioneros políticos del ejército polaco, pero no tardaron en seguirles miembros de la resistencia, intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.
Halt ! Stoj! |
Nada más atravesar la puerta de entrada a Auschwitz I, los recién llegados se encontraban con la enorme inscripción "Arbeit macht frei" el trabajo hace libre, algo que hacía pensar a los prisioneros que en algún momento iban a lograr salir del campo.Además de los barracones en los que se hacinaban los prisioneros, el campo estaba dividido en diferentes bloques entre los que destacaba el número 11, conocido como "el bloque de la muerte". Era el lugar en el que se aplicaban los castigos, consistentes en encierros en celdas minúsculas de 20x20 en las que se dejaba a los prisioneros morir de hambre, o bien eran ejecutados o colgados.
A lo largo de los diferentes bloques del campo se pueden ver exposiciones en las que se muestran las condiciones en las que malvivían los prisioneros en los barracones, además de una pequeña parte de la inmensa colección de los objetos que fueron robados a los prisioneros antes de asesinarlos. Botas, maletas, gafas, ollas…incluso pelo, que era vendido para la fabricación de telas que en ocasiones los nazis llevaban en sus abrigos.
Birkenau |
En los pasillosde los barracones verás interminables filas de fotos de prisioneros que que estuvieron en Auschwitz. Y también podrás ver la pared utilizada para los fusilamientos, conocida como el Muro de la Muerte, las salas donde se gaseaban a los prisioneros. Aunque no se trata de una excursión divertida, resulta una visita realmente impresionante, e imprescindible para conocer una de las partes más trágicas e importantes de la historia del siglo XX.
La visita a la primera parte del complejo Auschwitz I duro aproximadamente 2 horas. Posteriormente visitamos las instalaciones de Auschwitz II Birkenau. El emplazamiento del campo Auschwitz II – Birkenau se encuentra a solo tres kilómetros de Auschwitz. Para desplazarnos entre un campo y el otro, utilizamos el autobús de línea y gratuito, que une ambos campos, la parada de este autobús está en el mismo sitio donde nos ha dejado el autobús que nos ha traído desde Cracovia.
Birkenau |
Contrariamente al campo de Auschwitz, que se encuentra en una zona boscosa y todos los edificios mantienen su estructura original, cuando llegamos a Auschwitz II Birkenau nos encontramos ante un gran descampado, que originalmente era un terreno pantanoso.
Este campo es mucho menos visitado que el de Auschwitz I, sede del museo, el cual cuando lo visitamos nosotros, estaba completamente lleno de turistas.
En Birkenau había muy pocos visitantes, no sabemos sí por que resulta menos interesante, es menos famoso, o por la borrasca de nieve que nos calló durante la visita. Ver en esas condiciones el campo no resulta muy cómodo, pero desde luego resulta mucho más impactante. Creo que será una excursión que recordaremos eternamente, y que aunque sea más incómodo por la nieve, creo que ha sido más interesante hacerla así que con sol y buen tiempo. Eso sí, la cámara de fotos no pensará lo mismo.
Birkenau |
Tras pasar una hora en Birkenau, volvemos al centro de visitantes, para coger el autobús que nos llevará de vuelta a Cracovia. Confiemos en que no tarde mucho, porque con la nevada que está cayendo y el frío que hace, nos cogemos una pulmonía.
El bus de vuelta a Cracovia, se coge en la misma parada que el que te lleva a Birkenau, justamente delante de la caseta del bar. Los billetes de vuelta los hemos compramos al propio chofer. Viendo la cantidad de gente que hay por el campo pensábamos que tendríamos que hacer más cola, pero el bus a llegado justo a la vez que nosotros de Birkenau. Así que nos pegamos una carrera en busca de nuestras mochilas que las tenemos en consigna, y vuelta a Cracovia. En el bus, aprovechamos para comemos el otro sándwich de queso que hemos preparado esta mañana y que habíamos dejado en la mochila. La de hoy no ha sido una gran comida, pero nos ha quitado el hambre y nos ha salido más barata.
A nuestra llegada a Cracovia,
tomamos la decisión de pasar primero por el hotel, para cambiarnos y darnos una
ducha caliente, que hemos pasado frío y el cuerpo nos lo agradecerá.
Con las pilas ya recargadas, y
sin ninguna prisa, vamos a la plaza del mercado, que está bastante animada con
su mercadillo, a tomarnos un café con un trozo de tarta. Hemos debido de entrar
en el lugar más caro de todo Polonia, porque hemos pagado por dos cappuccino y
un trozo de tarta 19 PLN casi 5 euros. La tarta estaba estupenda eso sí, pero
cara.
El resto de la tarde, la hemos
dedicado a pasear por la parte antigua de Cracovia y a marujear un poco por el
mercadillo artesanal que hay en el centro de la plaza, donde puedes comer,
beber, comprar productos típicos y souvenirs.
A la hora de la cena, nos hemos
alejado un poco de la plaza, y hemos encontrado un italiano que tiene una pinta
agradable. Unos Gnochis al gorgonzola con
pera y unos tagliatelle con salchichas y queso grana padana en salsa de tomate
con un par de cervezas han alegrado nuestro cuerpo.
Los Gnochis estaban de
escándalo. Muy rica la cena, y por 19.50 euros es decir 80 PLN. A nosotros nos
está pareciendo barato comer en Cracovia. Además de que dan buena calidad y muy
buena cantidad, porque con un plato cada uno, hacemos en la mayoría de las
ocasiones. Eso sí, ojo al café que es a precio España y para tomar uno bueno
tienes que pedir un espresso o en nuestro caso un espresso macchiato, vamos el
cortado de toda la vida pero por el que pagas 7 PLN o lo que serían 1.75
eurakos !!
Para despedir este día intenso y
triste, pero del que hemos aprendido mucho, vamos a un local de Jazz en directo
que está en la plaza del mercado. Cracovia es una ciudad donde abundan los
locales de música en directo y sobre todo de jazz. Es una ciudad con mucha
actividad cultural. Nosotros hemos preferido ir al Harris Piano Jazz Club,
puesto que hemos leído muchas críticas acerca de él, y todo el mundo habla bien
de él. La entrada nos ha costado 20 PLN, 5 euros por los dos. Hemos disfrutado
con una pinta, de un concierto de un Cuarteto Polaco llamado Ida zalewski quartet, aunque cantando en inglés.
El local es pequeño y bastante oscuro, pero es muy agradable y la sonorización
es lo suficientemente buena como para disfrutar sin problemas de un buen
concierto.
Ha sido un gran broche para un día de sentimientos encontrados, entre la tristeza y pena del campo de concentración con el horror de lo sucedido, enfrentándose a la alegría de una grandes vacaciones y del placer de una buena cena. Pero, así es la historia.