Nuestra primera intención era ir a las minas de sal de Wieliczka
pero resulta que al ser Domingo de semana santa estaban cerradas. Vaya
decepción. Ahora tendremos que cambiar nuestros planes.

Hoy nos dejaremos llevar por la ciudad, sin prisas, sin guías, sin recorridos, solo a donde nos lleven nuestros pasos y nuestras ganas. Así es como realmente se disfruta una ciudad. Seguramente no se verá tanto monumento, pero se vive la intensidad de la ciudad. Y hoy, nos toca ver como despierta Cracovia.
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Collegium Maius |
Con posterioridad, hemos seguido dando un tranquilo paseo por el Old Town viendo como se pone en marcha. Lástima que el tiempo no acompaña, porque a estas horas ya hace un frío que pela. Al menos de momento no nieva, aunque será el primer día que no nieva.
Hemos pasado parte de la mañana en la plaza del mercado, donde más gente se mueve en esta ciudad.
Poco a poco hemos dirigido
nuestros pasos hacia Kazimierz, donde nos han quedado alguna cosilla por ver. Hemos
intentado entrar en alguna de las
sinagogas, pero nuevamente nos hemos encontrado con la puerta cerrada. Si
durante la semana santa es difícil entrar, un Domingo podemos decir que
imposible. Así que hemos decidido visitar una de las librerías más reconocidas
de Cracovia, respecto a literatura judía. Aquí hemos podido comprar un libro de
fotos de Cracovia. Un recuerdo que nunca puede faltar en nuestros viajes. Nos
gusta hacer fotos, y somos de hacer muchas, pero buenas pocas. Así que de esta
manera nos aseguramos que al llegar a casa tendremos unas grandes fotos de los
lugares que visitamos.
También nos hacemos con un libro sobre la historia de Auschwitz en Castellano, y con un CD de música de un grupo judío, que está sonando en la tienda y nos ha gustado. Nos valdrá para el vídeo que haremos a nuestra vuelta con las fotos.
Desde la sinagoga vieja, hemos puesto dirección hacía la fábrica de Schindler, pero nos hemos equivocado de dirección y hemos aparecido en el Nuevo cementerio judío, así que hemos aprovechado que estábamos aquí para visitarlo. Desde afuera por supuesto, es Domingo de Pascua y está cerrado.
Ahora ya sí, bien situados en el
mapa, ponemos rumbo a la famosa fábrica situada en el barrio de Podgórze,
aunque primero llegamos a la farmacia del Águila, que aunque menos conocida que
la fábrica de Schindler tuvo un papel
importante en el gueto. Este era un sitio donde los judíos podía encontrar
ayuda por parte del dueño, el único habitante no judío del gueto. En la
actualidad es una exposición permanente sobre lo que sucedió en esos oscuros
días. Nosotros no entramos a verla, ya que tampoco parece ser de gran interés.
La farmacia está ubicada en la
plaza Bohaterów getta "héroes del gueto". Este era el lugar desde
donde salían los trenes llenos de judíos hacia distintos campos de
concentración. Debido a las muchas horas que podían estar en este lugar, los
judíos llevaban sus propias sillas para no estar de pie cargando con su
equipaje. Debido a esto, la plaza se ha convertido en un memorial, repartiendo
sillas vacías por toda la plaza. Un memorial que pone los pelos de punta.
Desde este punto triste de la historia de Cracovia, hemos puesto rumbo a la famosa fábrica de Schindler. Famosa a nivel mundial, gracias a la película "la lista de Schindler". Oskar Schindler, hombre de negocios y afiliado al partido nazi, que contrató, inicialmente, 350 judíos del campo de concentración de Plaszow, que consiguió mediante un pago al comandante del campo, el capitán Goetz.
Los
operarios eran trasladados nuevamente al campo de concentración después de la
jornada laboral.
A través de sus conversaciones con sus obreros, Schindler comenzó a saber de las penurias que pasaban, y vislumbró los planes de exterminio de los alemanes, camuflados bajo el eufemismo de "reinstalación". A esto se sumó el exterminio de los judíos del Gueto de Cracovia, en 1943.
Schindler cambió, entonces, su actitud, y comenzó a buscar el modo de salvar a tantos judíos del campo Plaszow como le fuera posible, con ayuda de su esposa Emilie y su contador, Itzhak Stern. Schindler acordó con Goetz el pago de una suma de dinero por cada persona que sacaba del campo de concentración.
Para poder salvar a más prisioneros, amplió la fábrica y comenzó a fabricar municiones para el ejército alemán. Muchas de estas municiones salían con "defectos de fábrica", por órdenes del mismo Schindler.
También nos hacemos con un libro sobre la historia de Auschwitz en Castellano, y con un CD de música de un grupo judío, que está sonando en la tienda y nos ha gustado. Nos valdrá para el vídeo que haremos a nuestra vuelta con las fotos.
Desde la sinagoga vieja, hemos puesto dirección hacía la fábrica de Schindler, pero nos hemos equivocado de dirección y hemos aparecido en el Nuevo cementerio judío, así que hemos aprovechado que estábamos aquí para visitarlo. Desde afuera por supuesto, es Domingo de Pascua y está cerrado.
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Pharmacy under the eagle |

Desde este punto triste de la historia de Cracovia, hemos puesto rumbo a la famosa fábrica de Schindler. Famosa a nivel mundial, gracias a la película "la lista de Schindler". Oskar Schindler, hombre de negocios y afiliado al partido nazi, que contrató, inicialmente, 350 judíos del campo de concentración de Plaszow, que consiguió mediante un pago al comandante del campo, el capitán Goetz.
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Fábrica Oskar Schindle. |
A través de sus conversaciones con sus obreros, Schindler comenzó a saber de las penurias que pasaban, y vislumbró los planes de exterminio de los alemanes, camuflados bajo el eufemismo de "reinstalación". A esto se sumó el exterminio de los judíos del Gueto de Cracovia, en 1943.
Schindler cambió, entonces, su actitud, y comenzó a buscar el modo de salvar a tantos judíos del campo Plaszow como le fuera posible, con ayuda de su esposa Emilie y su contador, Itzhak Stern. Schindler acordó con Goetz el pago de una suma de dinero por cada persona que sacaba del campo de concentración.
Para poder salvar a más prisioneros, amplió la fábrica y comenzó a fabricar municiones para el ejército alemán. Muchas de estas municiones salían con "defectos de fábrica", por órdenes del mismo Schindler.
Al finalizar la
guerra, Schindler había logrado salvar más de 1200 judíos, a costa de invertir
todo su dinero en la operación de rescate.
En la actualidad la fábrica alberga una exposición no demasiado buena. O al menos eso es lo que hemos podido leer, ya que cuando nosotros hemos ido, estaba cerrada. Si ya sé que no os podéis imaginar que algo estuviese cerrado, pero así ha sido. Esta fábrica es uno de los lugares más visitados de toda Cracovia.
En la actualidad la fábrica alberga una exposición no demasiado buena. O al menos eso es lo que hemos podido leer, ya que cuando nosotros hemos ido, estaba cerrada. Si ya sé que no os podéis imaginar que algo estuviese cerrado, pero así ha sido. Esta fábrica es uno de los lugares más visitados de toda Cracovia.
Tras sacar unas cuantas fotos a la fábrica, nuevamente nos dirigimos al Old town en busca de un lugar donde comer. Cracovia es una ciudad cómoda para andar, ya que las distancias no son grandes y es completamente llana. Así que la vuelta la hacemos también andando. Durante el camino nos ha vuelto a nevar. Esto comienza a ser ya costumbre. Frio sigue haciendo mucho, pero da la sensación de que nos estamos acostumbrando.
Ya en la parte histórica de Cracovia, cerca de la plaza del mercado, buscamos un lugar donde comer. Ayer vimos un restaurante que nos llamo bastante la atención su carta, así que hoy iremos allí a comer. Se trata de un restaurante algo más caro que los otros, pero donde la comida tiene una pinta increíble. El Cznarna Kagzka "the black duck" es un restaurante de comida tradicional polaca, donde además nos ha atendido un tipo interesante que hablaba castellano bastante bien.
Ya en la parte histórica de Cracovia, cerca de la plaza del mercado, buscamos un lugar donde comer. Ayer vimos un restaurante que nos llamo bastante la atención su carta, así que hoy iremos allí a comer. Se trata de un restaurante algo más caro que los otros, pero donde la comida tiene una pinta increíble. El Cznarna Kagzka "the black duck" es un restaurante de comida tradicional polaca, donde además nos ha atendido un tipo interesante que hablaba castellano bastante bien.

Para bajar la comida, que ha sido copiosa, pasamos parte de la tarde dando una vuelta por el mercadillo que hay en la plaza del mercado y paseando tranquilamente por la parte Antigua de Cracovia.

Una de las pocas cosas que nos quedan por hacer, es entrar en la Basílica Mariacka, así que lo intentamos hoy. A ver si tenemos suerte y está abierta. Al llegar nos encontramos con dos sorpresas. La primera es que sí, está abierta. La segunda que pese a estar abierta, en la entrada hay un cartelón que dice: lugar de oración. Prohibida la entrada a turistas y prohibido fotografiar.
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Basílica Mariacka |
Después de pensarlo durante un rato, decidimos que las normas están para romperse. Así que metemos la cámara en la mochila y entramos en la basílica. Menos mal que ponía que estaba prohibida la entrada a los turistas, porque creo que de todos los que estábamos dentro no era de Cracovia ni el cura. Y lo de las fotos, pues imaginaros la escena, todo el mundo iba con una cámara en la mano. Vamos, que el "yo no sé inglés, soy de Murcia" funciona en todo el mundo. Mejor que quiten el cartel, porque total, solo está para coger polvo.

Finalmente, decidimos cenar en el
mismo grill donde cenamos el segundo día. Pero hoy probaremos las famosas
salchichas polacas. Viva el colesterol. La cena consiste en unas patatas asadas
con salsa de ajo, y una tabla de tres tipos diferentes de salchichas. Dos son unas
salchichas blancas, otras dos pese a que ellos les llaman salchichas aunque es
algo muy parecido al chorizo, muy fuerte de sabor., y las otras dos son unas
morcillas de arroz, iguales que las que se comen en España, aunque algo más
blandas. No hemos podido acabarnos la
tabla. Creo que pese a haber estado paseando toda la tarde, no he bajado aún la
comida, y apenas tengo hambre.
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Dzięki Kraków |
ZDROWIE !!