Cracovia - Auschwitz - Birkenau. 4 abril 2015

A diferencia de ayer, hoy hemos tenido que madrugar, para las 6.30  ya estábamos funcionando. En parte porque tenemos hora y media de viaje hasta Oswiecim, o lo que es lo mismo 70 km, y en parte porque nos hemos equivocado de hora. Pensábamos que teníamos la visita concertada para las 10 de la mañana y la teníamos a las 12.15...un pequeño despiste. Bueno, como no hay mal que por bien no venga, así tenemos más tiempo para liarnos unos sándwich de queso, que serán nuestra comida hoy.

De camino a la estación de autobuses hemos parado a desayunar. Ha sido un poco difícil pedir un par de cafés americanos, un donuts y un súper bollo, hipocalórico. Hemos debido entrar en la única cafetería de todo Cracovia donde no hablan inglés. Gracias a que una clienta nos ha echado una mano con la traducción, de lo contrario terminamos desayunando una coca cola, que desastre de inicio de día.

Al terminar nuestro desayuno, hemos ido directos a las taquillas de la estación de autobuses, ayer estuvimos mirando en internet y no quedaban muchos billetes. Encontrar la estación de autobuses no es difícil, está justamente después de la estación de tren  Kraków Główny, pero como vas por un paso subterráneo, es conveniente fijarse bien en las señales.

Abeit macht frei
Para ir a Auschwitz desde Cracovia debes tomar el autobús que te lleva a la localidad de Oswiecim, y hay que bajarse en la parada del Oswiecim Muzeum. No tiene perdida, porque es donde se bajará la mayor parte del autobús. Los dos billetes nos han costado 14PLN aproximadamente 3,5 euros, pero solamente se puede coger el trayecto de ida. La vuelta la tienes que coger allí en el mismo autobús.

En nuestro caso, el bus salió del andén G2, aunque en ocasiones salen desde el G1. Un consejo. Hay que estar listos con la cola, porque se venden más billetes que asientos tiene el autobús, y nosotros vimos como tres españoles se quedaban en la estación con los billetes comprados.

Auschwitz I 
La llegada a Auschwitz es un poco caótica. Al bajar del autobús, ves un montón de gente por todos los sitios, autobuses, minivans, coches...te vuelves un poco loco. Justamente enfrente de la parada del autobús, se ve una enorme cola desordenada de gente. Esta cola es solamente para la gente que no tiene la entrada al recinto. Nosotros la llevábamos ya desde España. La única manera de ver el campo de concentración es en grupo y con guía. Prácticamente todos los grupos que hay son en inglés o polaco, pero hay dos al día en castellano. Dada la gran cantidad de españoles que visitan Cracovia, yo aconsejaría coger la entrada antes de llegar a Cracovia. El precio de la entrada nos ha resultado barata para tratarse de un museo y una visita guiada, 35 PLN (8,75euros).

Auschwitz I
Antes de entrar al complejo, se debe pasar por una pequeña caseta situada a la izquierda de la cola para dejar las mochilas y bolsos. No os dejarán pasar nada que tenga un tamaño superior a un folio A4, y esto aunque parezca absurdo es completamente verídico, te ponen un folio encima de la mochila, y si esta sobresale del mismo te echan para atrás, así que para no perder el tiempo conviene pasar previamente. Dejar la mochila es gratis.

Una vez dejadas las mochilas, vais directamente al inicio de la cola, y al responsable que esté allí le enseñáis la entrada y hala, para adentro. Así sin más, la gente os mirará raro, sobre todo si llevan tiempo esperando, pero es cómo funcionan. Una vez adentro, por 5PLN (1euro) debes alquilar unos auriculares.

Una vez dentro, lo primero que hemos hecho es ir a la sala de cine para ver un documental sobre cómo era la vida es el campo. Son fotos y vídeos de unos 15 minutos realizados por los propios soldados alemanes, es un poco duro pero ayuda a situarse.
Auschwitz I

Para no perder mucho tiempo, y mientras esperamos la hora de nuestra visita, aprovechamos para comernos los sándwich de queso que compramos ayer en un supermercado en el old town. 

Construido en 1940 para albergar a los prisioneros políticos polacos que ya no cabían en las cárceles, Auschwitz I fue el campo de concentración original y el centro administrativo del complejo que se construyó posteriormente.

Los primeros en llegar al campo fueron los prisioneros políticos del ejército polaco, pero no tardaron en seguirles miembros de la resistencia, intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.
Halt ! Stoj!

Nada más atravesar la puerta de entrada a Auschwitz I, los recién llegados se encontraban con la enorme inscripción "Arbeit macht frei" el trabajo hace libre, algo que hacía pensar a los prisioneros que en algún momento iban a lograr salir del campo.Además de los barracones en los que se hacinaban los prisioneros, el campo estaba dividido en diferentes bloques entre los que destacaba el número 11, conocido como "el bloque de la muerte". Era el lugar en el que se aplicaban los castigos, consistentes en encierros en celdas minúsculas de 20x20 en las que se dejaba a los prisioneros morir de hambre, o bien eran ejecutados o colgados.

A lo largo de los diferentes bloques del campo se pueden ver exposiciones en las que se muestran las condiciones en las que malvivían los prisioneros en los barracones, además de una pequeña parte de la inmensa colección de los objetos que fueron robados a los prisioneros antes de asesinarlos. Botas, maletas, gafas, ollas…incluso pelo, que era vendido para la fabricación de telas que en ocasiones los nazis llevaban en sus abrigos. 

Birkenau

En los pasillosde los barracones verás interminables filas de fotos de prisioneros que que estuvieron en Auschwitz. Y también podrás ver la pared utilizada para los fusilamientos, conocida como el Muro de la Muerte, las salas donde se gaseaban a los prisioneros. Aunque no se trata de una excursión divertida, resulta una visita realmente impresionante, e imprescindible para conocer una de las partes más trágicas e importantes de la historia del siglo XX.

La visita a la primera parte del complejo Auschwitz I duro aproximadamente 2 horas. Posteriormente visitamos las instalaciones de Auschwitz II Birkenau. El emplazamiento del campo Auschwitz II – Birkenau se encuentra a solo tres kilómetros de Auschwitz. Para desplazarnos entre un campo y el otro, utilizamos el autobús de línea y gratuito, que une ambos campos, la parada de este autobús está en el mismo sitio donde nos ha dejado el autobús que nos ha traído desde Cracovia. 

Birkenau
Este complejo fué construido en 1941 para ampliar la capacidad del original campo de Auschwitz, que no permitía concentrar más de 20.000 prisioneros. En Birkenau, en el año 1944, llegaron a concentrarse 90.000 prisioneros

Contrariamente al campo de Auschwitz, que se encuentra en una zona boscosa y todos los edificios mantienen su estructura original, cuando llegamos a Auschwitz II Birkenau nos encontramos ante un gran descampado, que originalmente era un terreno pantanoso. 

Este campo es mucho menos visitado que el de Auschwitz I, sede del museo, el cual cuando lo visitamos nosotros, estaba completamente lleno de turistas.
En Birkenau había muy pocos visitantes, no sabemos sí por que resulta menos interesante, es menos famoso, o por la borrasca de nieve que nos calló durante la visita. Ver en esas condiciones el campo no resulta muy cómodo, pero desde luego resulta mucho más impactante. Creo que será una excursión que recordaremos eternamente, y que aunque sea más incómodo por la nieve, creo que ha sido más interesante hacerla así que con sol y buen tiempo. Eso sí, la cámara de fotos no pensará lo mismo.

Birkenau
El campo de Auschwitz II Birkenau ocupa una enorme extensión de casi 200 hectáreas. Aparte del edificio de la entrada, originalmente había más de 300 barracones de madera, de los cuales quedan muy pocos en pié. Cuando los nazis abandonaron el campo de exterminio los incendiaron, por lo que nos encontramos con unas impresionantes filas de chimeneas de ladrillo, las cuales se han mantenido en pié en los lugares originales de los barracones, las enormes letrinas y los restos de los hornos crematorios y las cámaras de gas que los nazis trataron de destruir antes de su precipitada huida.

Tras pasar una hora en Birkenau, volvemos al centro de visitantes, para coger el autobús que nos llevará de vuelta a Cracovia. Confiemos en que no tarde mucho, porque con la nevada que está cayendo y el frío que hace, nos cogemos una pulmonía.

El bus de vuelta a Cracovia, se coge en la misma parada que el que te lleva a Birkenau, justamente delante de la caseta del bar. Los billetes de vuelta los hemos compramos al propio chofer. Viendo la cantidad de gente que hay por el campo pensábamos que tendríamos que hacer más cola, pero el bus a llegado justo a la vez que nosotros de Birkenau. Así que nos pegamos una carrera en busca de nuestras mochilas que las tenemos en consigna, y vuelta a Cracovia. En el bus, aprovechamos para comemos el otro sándwich de queso que hemos preparado esta mañana y que habíamos dejado en la mochila. La de hoy no ha sido una gran comida, pero nos ha quitado el hambre y nos ha salido más barata.

A nuestra llegada a Cracovia, tomamos la decisión de pasar primero por el hotel, para cambiarnos y darnos una ducha caliente, que hemos pasado frío y el cuerpo nos lo agradecerá.

Con las pilas ya recargadas, y sin ninguna prisa, vamos a la plaza del mercado, que está bastante animada con su mercadillo, a tomarnos un café con un trozo de tarta. Hemos debido de entrar en el lugar más caro de todo Polonia, porque hemos pagado por dos cappuccino y un trozo de tarta 19 PLN casi 5 euros. La tarta estaba estupenda eso sí, pero cara.

El resto de la tarde, la hemos dedicado a pasear por la parte antigua de Cracovia y a marujear un poco por el mercadillo artesanal que hay en el centro de la plaza, donde puedes comer, beber, comprar productos típicos y souvenirs.

A la hora de la cena, nos hemos alejado un poco de la plaza, y hemos encontrado un italiano que tiene una pinta agradable. Unos Gnochis al gorgonzola con pera y unos tagliatelle con salchichas y queso grana padana en salsa de tomate con un par de cervezas han alegrado nuestro cuerpo. 
Los Gnochis estaban de escándalo. Muy rica la cena, y por 19.50 euros es decir 80 PLN. A nosotros nos está pareciendo barato comer en Cracovia. Además de que dan buena calidad y muy buena cantidad, porque con un plato cada uno, hacemos en la mayoría de las ocasiones. Eso sí, ojo al café que es a precio España y para tomar uno bueno tienes que pedir un espresso o en nuestro caso un espresso macchiato, vamos el cortado de toda la vida pero por el que pagas 7 PLN o lo que serían 1.75 eurakos !!

Para despedir este día intenso y triste, pero del que hemos aprendido mucho, vamos a un local de Jazz en directo que está en la plaza del mercado. Cracovia es una ciudad donde abundan los locales de música en directo y sobre todo de jazz. Es una ciudad con mucha actividad cultural. Nosotros hemos preferido ir al Harris Piano Jazz Club, puesto que hemos leído muchas críticas acerca de él, y todo el mundo habla bien de él. La entrada nos ha costado 20 PLN, 5 euros por los dos. Hemos disfrutado con una pinta, de un concierto de un Cuarteto Polaco llamado Ida zalewski quartet, aunque cantando en inglés. El local es pequeño y bastante oscuro, pero es muy agradable y la sonorización es lo suficientemente buena como para disfrutar sin problemas de un buen concierto.


Ha sido un gran broche para un día de sentimientos encontrados, entre la tristeza y pena del campo de concentración con el horror de lo sucedido, enfrentándose a la alegría de una grandes vacaciones y del placer de una buena cena. Pero, así es la historia.